La menopausia es una etapa en la vida de la mujer por la que tenemos que pasar todas. Es como la infancia o la adolescencia. Pero es la etapa en donde los avances científicos y tecnológicos no han podido evitar que el cese de la función de los ovarios produzcan alteraciones en el organismo que llevan al deterioro de los tejidos y a la enfermedad de los órganos.
Nuestro organismo está programado para la fertilidad y cuando se termina el cuerpo entra en un espiral de deterioro celular que, desde mi punto de vista, es “antinatural” por lo que creo firmemente en que hay que mantener activas nuestras funciones, ya que la expectativa de vida ha aumentado mucho en los últimos años.
Durante la menopausia la comunicación entre la hipófisis (glándula localizada en la base del cerebro) y los ovarios está completamente alterada, ya que normalmente al estímulo hormonal aumentado de la glándula hipófisis, los ovarios deberían responder aumentando los niveles de estrógenos (Estradiol). Pero los ovarios ya no lo hacen.
Los estrógenos son potentes neuro-moduladores que intervienen en la estructura y la función de circuitos neuronales en el Sistema Nervioso Central. Durante la perimenopausia y la menopausia estos circuitos neuronales se desajustan produciendo alteraciones. Esto se asocia a la pérdida casi total de la producción de testosterona. Esta última, que erróneamente se cree es exclusiva de los hombres, tiene muchas funciones en la mujer como contribuir al desarrollo de la masa muscular y la fuerza, a la resistencia ósea, mejora la sensación general de bienestar y a los niveles de energía, mejora la memoria y la concentración, aumenta el deseo sexual, mejora la sensibilidad del clítoris y pezones y mejora y estabiliza los estados anímicos.
Todos estos cambios del sistema neuroendocrino (neurológico y hormonal) por el fallo en la función ovárica tienen un impacto biológico sobre las funciones reproductivas y no reproductivas como las que regulan el estado de ánimo, la memoria, la cognición o proceso de la información por el cerebro, el comportamiento , la función inmunitaria, el sistema locomotor y las funciones cardiovasculares.
Y esto hace que aparezcan síntomas vasomotores (sudoración, sofocos), cambios de humor, cefaleas, aumento de peso, además de que fisiológicamente se produce aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos, alteraciones cardíacas, fallo en la captación del calcio en los huesos, migrañas o cefaleas, dolores articulares, pérdida de la memoria y disminución o pérdida del deseo sexual.
Por todo esto, desde los primeros años del siglo XX se vienen utilizando las terapias hormonales y en EEUU se ha desarrollado la terapia hormonal bioidéntica SottoPelle® que utiliza implantes subcutáneos, que tienen la misma fórmula molecular que la que produce el ovario.
A nuestro entender, la terapia hormonal debe cumplir con unas condiciones esenciales:
En la Terapia SottoPelle, la hormona no solo es bioidéntica, sino que también tiene la misma vía de absorción a la de las hormonas producidas por el ovario, vía sanguínea. Además lleva asociada la individualización de la dosis para cada paciente, ya a cada paciente se le calcula la dosis dependiendo de la edad, el peso, la estatura y los niveles hormonales previos a iniciar la terapia.
El objetivo de la terapia con implantes subcutáneos bioidénticos es mantener los niveles de las hormonas sexuales (estrógenos y testosterona) lo suficientemente activos sin ser excesivos. Así pues, se calcula la dosis para cada paciente por lo que es preciso y seguro, disponible en todo momento, logrando el reemplazo de las hormonas fundamentales que son biológicamente idénticas y que le faltan al organismo.
Los receptores de estas hormonas están presentes en todo el organismo y tienen un papel importante en muchas funciones fisiológicas.
Entre los beneficios de la utilización de los implantes de estradiol logrando niveles fisiológicos son:
Los implantes de testosterona producen:
Con esta terapia se logra una condición interna estable logrando un equilibrio hormonal dinámico para vivir de manera saludable casi la mitad de nuestra vida en menopausia.
Dra. Adriana Landazábal Bernal
Ginecóloga y Obstetra
Master en Reproducción Humana
Master en Cirugía Endoscópica Ginecológica y Pélvica
Responsable de formación de SottoPelle®
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